Mujer Andina: positiva a pesar de la pandemia
julio 22, 2020
Todos hemos escuchado como las pequeñas empresas se han visto golpeadas fuertemente, de una u otra forma, por la pandemia de Covid-19. Esta semana me sentí inspirada por la actitud positiva de la propietaria de una de esas empresas aquí en Chile: Andrea (Andi) Jure, dedicada a la elaboración y comercialización de espumantes a través de su empresa Mujer Andina basada en Paine, cerca de Santiago.
Antes de la pandemia, los restaurantes representaban una proporción importante de las ventas de Andi y, evidentemente, esas ventas se agotaron cuando todos los restaurantes cerraron a mediados de marzo, lo que significo una importante pérdida de ingresos. Las escuelas también cerraron en ese momento, y desde entonces los tres hijos de Andi, como muchos otros niños en todo el mundo, han estado encerrados en casa las 24 horas del día, todos los días de la semana, y han necesitado atención adicional. Además, la pandemia golpeó a Chile en el periodo más intenso del calendario vitivinícola, por lo que Andi no solo tuvo que enfrentar las menores ventas y las mayores necesidades de su familia, sino que debía estar atenta a la llegada de las uvas y al proceso de fermentación, así que también fue una época intensa en la bodega. Todo ello contribuyó a crear una situación estresante. Sin embargo, Andi se negó a darse por vencida.
“Soy del tipo de persona que se siente que una vez embarcada, no me voy a bajar a menos que el barco se hunde” dice riendo. “Y ya sabes, a veces las cosas no resultan, pero tienes que seguir adelante de todas formas”.
Entonces lanzó una estrategia totalmente nueva en redes sociales con entrega a domicilio a los consumidores en todo Chile, y con ideas innovadoras como pintar a mano las botellas a pedido. Y esta estrategia ha demostrado ser efectiva, logrando que sus productos sean más conocidos. También llegó un segundo pedido de un distribuidor de Nueva York, así que el futuro se presenta mucho más prometedor para Andi y sus vinos.
Actualmente Mujer Andina tiene dos vinos en el mercado, ambos espumantes.
Ai! es un vino producido mediante el método de tanque, elaborado con un 60% de uvas Chardonnay y un 40% de Pinot Noir del Biobío, y creado para ser un espumante divertido e ideal para cualquier ocasión. Eso explica la juguetona etiqueta que muestra a una mujer cayéndose en una copa de espumante y el nombre “Ai!”, por “¡Ai, qué rico!”.
Ai! es verdaderamente un espumante muy fácil de beber y refrescante, sin duda mejor que muchos de los espumantes industrializados del mismo segmento de precio. La nariz es ligeramente cítrica (recuerda al sorbete de limón) y es muy fresco al paladar, con un buen equilibrio entre acidez y azúcar. Una buena alternativa para fiestas o para un día caluroso en la terraza.
Levita pertenece a una categoría totalmente distinta. Es un espumante de un precioso color salmón elaborado con uvas orgánicas Syrah. Este vino pasa algunos meses en sus lías antes de la segunda fermentación en botella, donde está otro periodo en las lías para aumentar su complejidad y textura en boca. La nariz es expresiva con notas a manzanas rojas y peras, frutillas y cerezas enlatadas entremezcladas con deliciosas notas que recuerdan a los pasteles daneses de hojaldre. Este es un vino fresco y seco, de textura cremosa, que combinará bien con una amplia gama de comidas. Pruébalo con salmón ahumando, brochetas de camarones, queso cremoso o incluso con platos tailandeses.
Andi se mantiene optimista y con muchos planes para el futuro: tiene tres vinos no espumantes en desarrollo -un rosado, un Pinot Noir y un Carmenère-, y también planea expandir su rango de espumantes más adelante. Ciertamente, merece la pena seguir la trayectoria de Mujer Andina.
También le pregunté a Andi qué consejo le daría a otra mujer que estuviera pensando en crear su propia empresa:
“Elije algo que te haga feliz; cree en ti misma: sé honesta y profesional; y no esperes a que las cosas te lleguen solas: tienes que trabajar para conseguirlas”.
Sin duda, sabios consejos.
Por último, le pedí que me recomendara tres vinos que hubiese disfrutado recientemente:
- Grand Vin de Château Léoville Las Cases en Burdeos
- Los vinos La Confundida Carmenère o El Consentido Cabernet Sauvignon de Marcela Chandia, porque son elegantes y frutales, con el nivel justo de roble.
- Weichafe Sauvignon Blanc para combinar con mariscos.